La lengua de fuego🔥

                     por Leslie J. Barner

    traducido por Silvia Palos

Mientras vivía en California, una vez fui testigo desde mi casa de cómo un incendio forestal se acercaba a mi vecindario. Pude ver las llamas acercándose al perímetro de las viviendas. Fue algo aterrador.

Lo más sorprendente de todo aquello es que únicamente fue necesaria una chispa para despertar todo aquel fuego.

La Biblia dice algo similar acerca de la lengua: “Así también la lengua es un miembro pequeño, pero se jacta de grandes cosas. ¡Qué bosque tan grande es el que arde con un fuego tan pequeño! (Santiago 3:6 RVA 2015).

En otra ocasión, tristemente puede contemplar cómo se desarrollaba esta situación en tiempo real cuando una mujer reprendió brutalmente a su marido en público. El dolor y la vergüenza del hombre eran palpables; parecía como si quisiera desaparecer.

En aquel momento esas abrasadoras palabras prendieron fuego a un infierno atizado durante años, lo que finalmente provocó la muerte de su matrimonio y la destrucción de su familia.

De la historia de esa pareja aprendí mucho sobre los peligros de usar la lengua de manera irresponsable.


¿He dicho alguna vez cosas que no debería haber dicho? ¡Sí! O ¿he herido los sentimientos de mi esposo en alguna ocasión con mis palabras Lamentablemente, así ha sido. 

Pero, después de haber vivido la experiencia de aquel matrimonio, algo a lo que espero resistirme a toda costa es a avergonzar a Aubrey (mi esposo) en público.

Proverbios 18:21 dice: “La muerte y la vida están en poder de la lengua.” Esta verdad es a la vez una advertencia y un estímulo sobre cómo debo hablar con mi esposo (en público y en privado) para edificarlo, no para derribarlo.


Por supuesto, no siempre haremos esto a la perfección. Así que habrá que arreglar las cosas disculpándose (quizás incluso públicamente, dependiendo de la situación) y estar dispuesto a perdonar cuando sea su cónyuge quien se haya equivocado.


Podemos optar por proteger al “equipo” en lugar de a nuestros propios sentimientos, resolviendo nuestros problemas en privado, sin importar cuánto nos disguste lo que nuestro cónyuge esté haciendo o diciendo en este momento.

Por otro lado, el fuego no es del todo malo. Los fuegos controlados, como las palabras amables, alentadoras y de apoyo, dan vida y calientan el corazón, a diferencia de los incendios forestales descontrolados que sólo rompen corazones. Es nuestra decisión elegir qué tipo de fuego avivaremos.

FE + AMOR + VIDA


LO BUENO:   "Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino sólo la que sea buena para edificación, según la ocasión, para que dé gracia a los que oyen." (Efesios 4:29 RVA 2015


PUNTOS DE ACCIÓN: Si en algún momento has dicho o hecho algo públicamente que haya lastimado o avergonzado a tu cónyuge, confiésalo ahora y pídele que te perdone. Pídele a Dios que te ayude a encontrar el perdón si has sido tú quien ha sido herido o avergonzado.

 

Luego, comprometeos juntos a protegeros mutuamente (y a vuestro matrimonio) observando lo que se dicen el uno al otro en público y manejando los conflictos y desacuerdos en privado.


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Este contenido traducido es una modificación de la versión original en inglés.