Dejando atrás la mentalidad de víctima

por MARC BARETH

 

Andrés es un gran aficionado del Real Madrid, así que obviamente quiere ver la Liga de Campeones en la televisión cuando su equipo está jugando. Sin embargo, casi nunca tiene la oportunidad, porque su esposa odia el fútbol.


Cuando el Real Madrid llegó a las semifinales, le preguntó a su esposa: "Cariño, sé que tenemos una noche planeada para los dos hoy, pero ¿estaría bien si veo el partido?". Con esta pregunta, Andrés ha creado una situación en la que su esposa solo puede perder.


O acepta y puede ver su juego. O insiste en tener una velada para los dos y Andrés puede asumir el papel de víctima. En ese papel, se le permite ser infeliz, sentirse tratado injustamente y pedir algún tipo de restitución con el “¡Aquí! Tampoco me permitió ver el partido esta vez." De todos modos, Andrés gana.


Una víctima delega decisiones para convertirse en víctima. Este comportamiento puede ocurrir con ambos sexos y en cualquier situación en la que haya conflictos de intereses. Esto puede afectar múltiples áreas: finanzas, sexualidad, opciones de vacaciones, planificación familiar y muchas más. El patrón es siempre el mismo: si tú decides, se me permite estar descontento.


Esta mentalidad de víctima es a menudo bastante insidiosa y apenas perceptible, sin embargo, se encuentra en muchas relaciones. Quienes lo reconocen, pueden superarlo buscando interacciones mucho más satisfactorias para ambas partes.

UN PASO MÁS PARA MI RELACIÓN:

¿Cuándo o dónde delego mi responsabilidad en la torna de decisiones para poder seguir siendo una víctima?