Tuvo una madre delgada 😎
por Ashley Mercier
traducido por José María Almarza Cano
La primera vez que vi una foto de la mujer que ahora es mi suegra, pensé: “¡Oh no, ella es delgada! Según mi experiencia, a los chicos con madres delgadas no les gustan... las chicas como yo.
Afortunadamente, mi ahora marido demostró que mi teoría estaba equivocada. Pero su aceptación de mí hizo poco para borrar décadas de problemas de autoimagen. Mi autodesprecio se convirtió en un filtro para nuestras interacciones, especialmente en los primeros años.
¿Un traje nuevo? No salía ganando. Si me hacía un cumplido, no le creía. Si no decía nada, lo consideraba una prueba de que yo era indeseable. Siempre eclipsaba sus opiniones sobre mí con las mías propias. Y, al hacerlo, le demostré a mi marido que sus sentimientos hacia mí no importaban.
En el matrimonio, el instinto de conservación vence a la conexión.
Nuestra unidad, nuestro "dos se convierten en uno", le da a mi marido licencia para hablar a mi alma y redefinir quién soy. El instinto de conservación me lleva a rechazar esos suaves susurros de amor, rechazándole a él y provocando mi aislamiento.
La Biblia comienza desde su primer capítulo con Adán aislado, y Dios acude al rescate con un hermoso remedio para los sentimientos de soledad de Adán: Eva. Los tres -Dios, Adán y Eva- forman una tríada completa, una obra maestra de las relaciones.
De hecho, en ese mismo capítulo, Dios nos ofrece el primer espejo: "Y creó Dios al hombre a su imagen y semejanza" (Génesis 1:27).
Veo muchas cosas en el espejo de mi cuarto de baño: vaqueros ajustados que causan bultos antiestéticos, ojeras de trasnochar. Ese espejo es el espejo equivocado.
El Génesis tiene razón. El espejo de Dios dice que he sido creado para parecerme a Él, para revelar Su gloria, y que mi matrimonio es un reflejo de Su fuerza, no de nuestras debilidades.
Y ese es el reflejo que quiero ver más en el espejo.
FE + AMOR + VIDA
LO BUENO: Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas. (Efesios 2:10)
PUNTOS DE ACCIÓN: Busca una foto impresionante de la naturaleza. Conviértela en tu pantalla de inicio o en tu fondo de pantalla para que, cuando la veas, reflexiones sobre cómo el mismo Dios que hizo esa cascada, ese amanecer o esa montaña también te hizo a ti.
IDED I Do Every Day 365 Day Devotional
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Este contenido traducido es una modificación de la versión original en inglés.