Ven aquí. Quiero verte. ☎️

                        por Brian Goins

 traducido por Pep Bosch

Esta semana, presentamos un extracto del libro devocional de FamilyLife, The Story of Us.

Cuando Alexander Graham Bell pronunció las primeras palabras transmitidas por teléfono, “Sr. Watson, venga aquí… quiero verle”, dudo que alguna vez imaginara que un día llevaríamos su creación en nuestros bolsillos. Irónicamente, el invento que diseñó para aumentar la comunicación y disminuir el espacio entre humanos se ha convertido ahora en una de las mayores fuentes de aislamiento personal.

Cuando me casé, imaginé una relación que se parecía a los primeros cuatro minutos de la película Up de Pixar.

Desafortunadamente, en lugar de amar bien a mi esposa, he descubierto que me parezco más al perro de la misma película que constantemente interrumpe la conversación cuando ve una ardilla. ¿Cuántas conversaciones tengo con mi esposa en las que la miro fijamente a los ojos, pero siento que mi teléfono vibra en mi bolsillo e pienso: “¡Ardilla!”

Alguien una vez definió el amor como concentración. No basta con escuchar las palabras que salen de la boca de alguien; la verdadera conexión es ver verdaderamente a alguien y comprender su corazón. 

El salmista dice que tenemos un Dios que nos ha examinado y conocido. “Tú sabes cuando me siento y cuando me levanto; desde lejos disciernes mis pensamientos.” (Salmo 139:1-2)

Dios nos conoce porque nos presta atención. Cuando llamamos, Él escucha. Dios nunca interrumpe nuestras oraciones para darle una “me gusta” a una publicación de Instagram. 

Uno de los mayores cumplidos que pueden hacerse unos a otros es su total atención. Santiago, el medio hermano de Jesús, escribió: “Cada uno sea pronto para oír” (Santiago 1:19). Cuanto más conectemos nuestro cerebro para estar en sintonía con nuestro cónyuge en lugar de hacerlo con otros dispositivos que inducen el déficit de atención, más fuerte será nuestra conexión. 

¿Le preguntas a tu cónyuge con regularidad: “¿Sientes que te presto atención?” El hecho es que nos centramos en lo que realmente nos importa. Si nuestro cónyuge no siente que le estamos prestando atención, significa que el matrimonio se está encaminando hacia el aislamiento.

Puede que sea el momento de dejar el dispositivo a un lado y decirle a nuestro cónyuge: “Cariño, ven aquí. Quiero verte”.

FE + AMOR + VIDA


LO BUENO:  Salmo 116:1-2: “Amo a Jehová, porque él ha oído mi voz y mis súplicas de misericordia. . . por eso lo invocaré mientras viva.” 


PUNTOS DE ACCIÓN:  Intente implementar un día de descanso de las tecnologías, ya sea durante ciertas horas del día o durante un día de la semana. Observará cómo su atención se redirige hacia su cónyuge.


IDED I Do Every Day 365 Day Devotional

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Este contenido traducido es una modificación de la versión original en inglés.