Defiéndete de una actitud defensiva

por MARC BARETH

 

Ella: "¿Ya has llamado a José para decirle que no podremos estar allí el sábado?"

 

Él: “No, todavía no. ¿Cuándo crees que podría haberlo hecho? Si hubiera tenido tiempo, ya lo habría hecho. Deberías saber cuántos otros compromisos tengo estos días. ¿Por qué no lo haces tú? "

 

¡Esto es lo que yo llamo una actitud defensiva! A menudo, cuando una persona se siente atacada, busca una ruta de escape. A veces, incluso, intentamos revertir la situación o hacemos cualquier otra cosa que se nos ocurra intentando bloquear el ataque y detener la discusión. 

 

Desafortunadamente, este enfoque rara vez funciona. Una actitud defensiva, justificada o no, construye un muro entre las personas y destruye cualquier posibilidad de conversación constructiva o de encontrar una solución. El mensaje que envía la actitud defensiva es: "¡Tú eres el problema, no yo!"


Una mejor táctica es asumir la responsabilidad de sus acciones, definir el problema con claridad y sugerir posibles soluciones. Por ejemplo: “No, se me olvidó por completo. Debería haberte pedido que lo hicieras tú esta mañana porque he estado muy ocupado. Le llamo ahora.”

UN PASO MÁS PARA MI RELACIÓN:


Piensa en una situación reciente con tu cónyuge en la que podría haber asumido la responsabilidad de tu parte del problema en lugar de reaccionar a la defensiva.


Si es apropiado, dile cómo hubieras preferido reaccionar.