No es el tiempo que cura las heridas sino el perdón

por Marc Bareth

 

A medida que dos personas se acercan emocionalmente, es inevitable que alguien resulte herido de vez en cuando. Incluso, aunque se tratan con amabilidad y respeto, está garantizado que habrá corazones heridos y, casi siempre, sin querer. En la mayoría de los casos, son solo pequeñas desilusiones, pero, a veces, el dolor puede llegar a ser tan profundo que se convierte en una lesión traumática.

 

Esto es exactamente lo que les pasó a Tomás y Lisa. Cuando Tomás le dio la noticia a Lisa de que le habían diagnosticado cáncer de próstata, ella quedó completamente abrumada. Incapaz de procesar la conmoción, Lisa le respondió a Tomás de manera superficial, diciéndole que no se preocupara porque él se curaría y que podrían continuar con sus vidas. Luego, murmuró algo más sobre llegar tarde al trabajo y prácticamente salió corriendo por la puerta.

 

En los meses y años que siguieron, cada vez que Lisa intentaba mostrar amor y apoyo a Tomás, él se apartaba de ella. No podía pensar en nada más que en el dolor que le habían hecho sus palabras ese día. La aparentemente entumecida reacción de Lisa había sido percibida como una traición y ahora ya no podía confiar en ella.

 

Afortunadamente, se puede tratar este tipo de heridas, pero el tiempo solo no soluciona todo. En cambio, se necesita un compromiso intencional y una gran valentía para dar el primer paso para enfrentar la situación y abrirse sobre las heridas sufridas. Cuando Tomás y Lisa hablaron de ello, Lisa compartió primero que cuando estaba en el trabajo esa mañana, había estado llorando durante toda una hora. Lo había dejado solo en la sala de estar porque no quería que él viera cuánto la había asustado y debilitado la noticia de este diagnóstico.

Tomás tomó la iniciativa y enfrentó el problema. Lisa se dio cuenta de cómo su reacción lo había lastimado y pidió perdón. El siguiente paso de Tomás fue perdonarla. 


El perdón no significaba justificar el comportamiento de Lisa ni minimizarlo. Al contrario, significaba dejar voluntariamente el derecho a la venganza o al castigo. El perdón es muy a menudo un proceso largo que termina solo cuando el que ha sido herido puede realmente dejar ir el dolor y experimentar la curación en su corazón. Es un camino desafiante pero también un camino que vale la pena recorrer. Como escribió el brillante escritor C.S. Lewis: "Todos piensan que el perdón es una buena idea hasta que tienen algo que perdonar" de Mero cristianismo.

UN PASO MÁS PARA MI RELACIÓN:


¿Hay alguna herida sin resolver en tu corazón que requiera tu perdón para alguien?