Si realmente amas a alguien, déjalo en libertad

por MARC BARETH

 

Todos hemos conocido parejas que parecen vivir en completa armonía y como mejores amigas. Hacen todo juntos y están de acuerdo en todo. Casi pensarías que se han fusionado en una sola persona.

 

Por muy romántico que parezca, en una relación casi simbiótica se puede dejar de lado gran parte de la variedad de la relación. Es posible que se pierdan los rasgos de carácter, los intereses personales y las amistades que cada cónyuge ha "traído" a la relación. Por ejemplo, si a ella le gusta jugar al ajedrez pero a él no, entonces el juego de ajedrez probablemente ya no sea parte del programa. O si tiene un amigo que ella no puede soportar, esa relación se extinguirá con el tiempo. Tal vez ella generalmente necesite algo de tiempo a solas para recargarse, pero si él no lo necesita, probablemente aceptará una vida con menos energía e inspiración.

 

Cuando las parejas reducen todo al mínimo común denominador, pierden la oportunidad de crear algo nuevo y mejor juntos como pareja, y la creatividad del individuo desaparece lentamente. En lugar de ampliar los horizontes de ambos, a medida que descubren el mundo y los intereses del otro, su vida compartida se hace cada vez más pequeña.

 

El deseo de pasar todo el tiempo con nuestro cónyuge es en realidad un deseo egoísta porque niega la oportunidad de que el otro se desarrolle y crezca a través de sus experiencias más allá de nuestra relación. Si quiero lo mejor para mi pareja, tengo que darle espacio y libertad para explorar. El viejo dicho "Si realmente amas a alguien, déjalo en libertad" es cierto a este respecto. Esta es la mejor manera de permitir que cada miembro de la pareja experimente cosas nuevas que enriquecerán la relación y la mantendrán interesante.

 

Por supuesto, siempre existe la cuestión de cuánto es demasiado. Así como no es saludable estar juntos todo el tiempo, es igualmente dañino pasar tiempo juntos en raras ocasiones. En otras palabras, cada uno de nosotros corre el riesgo de volvernos demasiado conectados o demasiado independientes y el esfuerzo radica en encontrar un equilibrio.

Cuando nuestro objetivo sea crear una atmósfera de libertad y aceptación en la relación, solo entonces seremos capaces de amar a nuestro cónyuge por su singularidad como individuo. Como escribe el poeta Khalil Gibran "Permanezcan juntos pero no demasiado cerca: porque las columnas del templo están espaciadas, y el roble y el ciprés no crecen uno a la sombra del otro".

UN PASO MÁS PARA MI RELACIÓN:


Piense en cómo puede darle más libertad a su cónyuge para que pueda desarrollar más su potencial.